Ingredientes:
-100 gramos de azúcar
-300 ml de nata líquida especial para montar
-250 gramos de queso mascarpone
-3 huevos
-cacao en polvo
-café (suave o fuerte al gusto)
-bizcochos de soletilla (20-24 unidades)
-brandy y esencia de vainilla (opcional)
Elaboración:
Montamos la nata y en el último momento le agregamos 50 gramos de azúcar (la mitad) y la terminamos de poner a punto.
Separamos las claras de las yemas. Montamos las claras y reservamos.
Batimos las yemas con los otros 50 gramos de azúcar (la otra mitad) y añadimos el queso mascarpone. Lo integramos envolviendo, no batiendo. Del mismo modo incorporamos las yemas y la nata. Tiene que quedar esponjoso, no se tiene que perder la textura vaporosa así que los movimientos tienen que ser ligeros y de abajo a arriba.
Montado:
Vamos untando los bizcochos de soletilla en el café (donde ponemos el brandy y la esencia de vainilla si así lo queremos). Tiene que ser rápido porque este tipo de bizcocho es muy frágil y se rompe enseguida. Vamos poniendo los bizcochos en el fondo, ponemos encima una capa de crema y espolvoreamos con un colador el cacao en polvo. Volvemos a poner bizcochos, la crema y cacao…así tantas veces como queramos dependiendo del molde y de las cantidades que tengamos. Se termina con crema. No se le añade cacao a la última capa porque al meterlo en la nevera quedaría feo por lo que se echa en el momento de servir al comensal.
Hay que dejarlo en el frigorífico un mínimo de 6 horas para que los ingredientes se compacten y hay que comerlo en un plazo de un día, más o menos.
¡Qué aproveche!
